27/4/17

Una Pascua diferente

Brenda es una chica brasileña que proviene de Belén de Pará, de la parroquia San Francisco Javier animada por los Misioneros Javerianos. Ella se encuentra en este momento en España, estudiando en el programa Erasmus Mundi, y ha participado en la Pascua Misionera del Migrante, que se ha vivido en Ceuta en dos momentos: por las mañanas en el Centro San Antonio de Inmigrantes de Ceuta, que es la realidad de la diócesis para acogida de inmigrantes y por las tardes en la Parroquia Santa Beatriz de Silva; y ha tenido como término la celebración del domingo de Pascua en la Parroquia Franciscana de Nuestra Señora de de la Victorias en Tetuán, Marruecos. Ella junto a otros jóvenes de Tolosa, Pamplona, Jaca, Barcelona, Madrid, Ávila, Sevilla y Ceuta ha participado en lo que ha denominado una “Pascua diferente”.  Ya que en ella han estado jóvenes inmigrantes de diferentes orígenes: cameruneses, guineanos, liberianos y marroquíes. Entre ellos unos cristianos, otros musulmanes y otros con su religión tradicional africana. Cristo habla a todos, el amor, el sufrimiento y la esperanza en Dios es algo común a todo ser humano.  Todos han sido marcados por la vivencia fraterna y cercana de cada uno. He aquí lo que Brenda nos reseña:
“La Pascua 2017 fue una Pascua diferente, celebrada con africanos inmigrantes que dejan su tierra natal con la ilusión de encontrar mejores oportunidades en Europa Occidental. Simbólicamente, oímos el martirio de Cristo y la esperanza de resurrección en las narraciones de vida y sufrimiento de los inmigrantes. Incluso hablando de temas sensibles, fue interesante ver la alegría en los rostros de los inmigrantes con nuestro simple gesto de darles atención, escucharlos. Desafortunadamente, no podemos mover cielo y tierra, pero podemos ser la gota que alivia la sed de alguien. En otras palabras, los pequeños gestos marcan la diferencia.”
Brenda Vilas Boas

En Brasileño
“A Páscoa de 2017 foi uma páscoa diferente, celebrada com os imigrantes aficanos que partem de sua terra natal com o sonho de encontrar melhores oportunidades na Europa Ocidental. Simbolicamente, ouvimos o martirio de Cristo e a esperança da resureição nos relatos de vida e sofrimento dos imigrantes. Mesmo tocando em temas delicados, foi interessante ver a alegria nos rostos dos imigrantes com nosso simples gesto de os dar atenção, os escutar. Infelizmente, não podemos mover céus e terras, mas podemos ser a gota d'água que alivia a sede de alguém. Em outras palavras, pequenos gestos fazem a diferença.”

Brenda Vilas Boas

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