Hoy 18 de diciembre de 2016, en
el hospital Santo Spirito de Roma, a las 04,30 ha fallecido de crisis
cardiaca el Superior General de los Misioneros Javerianos, el P. Luigi
Menegazzo. Tenía 64 años cumplidos, nació en Citadella, Padua, Italia el 16 de
julio de 1952.
Entró en el Instituto de los
Misioneros Javerianos en Vicenza el 26 de septiembre de 1963. Emitió su primera
profesión religiosa en San Pedro in Vincoli el 8 de septiembre de 1969. Fue
ordenado sacerdote en Parma el 25 de septiembre de 1977.
Obtuvo la licencia en
misionología en la Universidad Gregoriana el 30 de junio de 1980, fue enviado a
Japón en donde fue vicepárroco y posteriormente párroco de la Parroquia de
Nichinan. En 1989 fue llamado a Italia para enseñar en el Estudiantado
Teológico-filosófico de Parma. En 1994 volvió a Japón hasta el año 2001 como
párroco en Tamana, fue Vice Regional y después Regional de 1998 al 2001. En el
capítulo general del año 2001 fue elegido Vicario General, Prefecto de las Personas
y Procurador General ante a la Santa Sede. El 4 de julio del año 2013 fue
elegido Superior General.
Descansa en paz.
(Traducido del italiano y
tomado de la www.dg.saveriani.org )
El Padre Luigi Menegazzo con los Javerianos en España durante la Asamblea anual del año 2009 |
Es una separación tan repentina
como cuando se recibe un inesperado cubo de agua, quizás lo esperaba desde el
momento que nos escribió él mismo hablando sobre el diagnóstico que le habían
dado los médicos. Ese mismo día, 28 de octubre le escribí diciéndole, entre
otras cosas, que lo confiaba a San Guido María Conforti y el me respondía el
mismo día: “…tu mensaje me ha hecho más bien que las medicinas, la
fraternidad y la oración recíprocas son un verdadero y gran don que sostienen
nuestra vida…”. En ese mismo mensaje, agregó unas palabras acerca de
algún comentario que le hacía sobre la misión y en el que no eludía nuestra
realidad de falta de personal misionero en nuestra Congregación: “…es
bueno reflexionar sobre las varias y nuevas posibilidades que nos ofrece la
misión…”. El 16 de julio, con ocasión de su cumpleaños respondía entre
otras cosas a mis felicitaciones diciéndome “…Debemos siempre considerar
las ocasiones que están puestas bajo nuestros ojos…” Querido Luigi, te
agradezco tu fraternidad, persona y don a la misión. El don que tú has sido, de
parte del Señor, para los que te hemos conocido es de agradecerlo al Señor.
Desde la contemplación de su rostro y ansia de que todos le conozcan, que tu
vida sea siempre un recuerdo generoso de que el don de nuestras vidas al Señor,
para la misión, vale la pena y es fuente de alegría en cualquier momento en el
que nos encontremos.
Que descanses en la Paz del
Señor y te alegres de su contemplación.
Rolando Ruiz Durán sx.
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