30/8/16

Un baño de realidad

Miriam ha vivido el campo de Trabajo en el Centro San Antonio de Ceuta con las Franciscanas Misioneras de María y los Misioneros Javerianos.
Quince días son los necesarios para conocer la realidad, en quince días puede cambiar tu mundo, esta experiencia ha logrado hacerme consciente de prejuicios que no sabia que tenia y derribarlos, me ha hecho enfrentarme a miedos desconocidos e irracionales y vencerlos. Quince días bastan y sobran para despertarte, hacerte consciente, entender lo que realmente es importante, lo que realmente merece la pena, supone una reorganización de prioridades en tu vida. Una reafirmación de tu fe y la posibilidad de ver a Dios de una forma muy distinta.

Conocer al inmigrante, ponerle nombre y apellidos, conocer la realidad que anteriormente solo veías a través del telediario y sus noticias.  Hacerte realmente consciente del sufrimiento que pasan buscando una mejor vida, de lo que supone ser un inmigrante, no entender el idioma, no saber que será de ti en un futuro y aún así acudir cada mañana al centro con el fin de aprender, mejorar y siempre con una sonrisa de agradecimiento.

Esta experiencia me ha sido sin duda alguna enriquecedora en todos los aspectos, ha servido para sentirme útil, levantarte cada mañana y ver que eres capaz de ayudar haciendo cosas simples, sentirte como en casa, en familia aún viviendo con personas totalmente distintas y desconocidas.

Impacta conocer a otra cultura y en estas dos semanas he podido hacerlo, distintas culturas, religiones, personalidades, hablar y compartir con ellos, ver lo distintos e iguales que somos a la vez, conocer y entender al otro culturalmente, entender que podemos convivir en busca de un mundo mejor, admirar muchos de sus valores e incluso querer empaparte de ellos, aprender.
Te encuentras en un lugar donde marroquíes, cameruneses, guineanos , italianos, mejicanos y españoles comparten, juegan, se ríen, bailan, simplemente te parece una locura. Y es en ese preciso momento donde te das cuenta que la verdadera locura es que esto no suceda en el resto del mundo día a día. Y entiendes que en aceptación y convivencia de la diversidad es donde realmente se encuentra la riqueza.

Es un regalo poder vivirlo y es una experiencia que sin duda alguna todos deberíamos experimentar, enriquecerte a tantos niveles personalmente, recibir mucho más de lo que das, trastocar aquello que creías cierto, cambiar tu punto de vista, sorprenderte, mejorar, tener el privilegio de bailan. Y es en ese preciso momento donde te das cuenta que mo persona y a entender al otro za. La posibilidad de derribar econocer, entender, encontrarte y reflejarte en el otro en su historia, su cultura y así enriquecernos mutuamente,  eliminar prejuicios, derribar muros, destruir fronteras.
Sencillamente hacerte más humano.

Miriam Puente Quintero

Conil de la Frontera


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