22/6/15

Envío de Jóvenes Madrid 2015

Un año más la Delegación de Misiones de Madrid envía jóvenes para vivir el Verano Misión en diversos lugares del Mundo: cuatro Continentes África, América, Asia y Europa; diversas realidades en Bolivia, Brasil, Ceuta, Colombia, Cuba, Etiopía, India, Guatemala, Marruecos, Melilla, Perú, Portugal y República Dominicana. Se trata de 243 jóvenes con sus acompañantes invitados por la Palabra de Dios “vamos a la otra orilla” con Jesús. Así lo ha señalado en su homilía Don Carlos Aguilar Grande, vicario episcopal de Evangelización que ha presidido la Eucaristía y que partiendo de la pregunta a quiénes iban por primera vez, se detenía en el miedo que se experimenta al ir a lo desconocido. También los discípulos tuvieron miedo advirtiendo las olas que golpeaban la barca en dónde Jesús dormía y aparentemente no sabía lo que ellos vivían. Es en su nombre que salimos, es su confianza que nos lleva y anima.
11 Instituciones misioneras, colegios, universidades, parroquias y movimientos: Asociación Solidaria Universitaria, Campos Misioneros de Trabajo, Cursillos de Cristiandad,  Fundación Manuel María Vicuña (Religiosas de María Inmaculada), Jóvenes para la Misión (Delegación Episcopal de Misiones), Parroquias de San Germán y Santa Teresa Benedicta de la Cruz, Franciscanas Misioneras de María y Misioneros Javerianos, Padres Franciscanos y Regnum Christi. Todos ellos en comunión con la Iglesia Diocesana de Madrid viven este envío sintiéndose parte de la tarea misionera y evangelizadora a la cual se sienten muy estrechamente unidos.
La Delegación de Misiones de Madrid ha terminado el cursillo preparatorio 2015 para ir a vivir el verano con los misioneros. José María Calderón que está a cargo de la Delegación de Misiones invita siempre a todas las Instituciones a unirse a estos cursillos y a este envío para dar mayor sentido a la fe y motivaciones que llevan a muchos jóvenes a ser generosos con su tiempo de vacaciones y compartirlo con otros muchos hermanos que nos esperan en diferentes lugares.

Al final de la Misa se impone el crucifijo previamente bendecido y se envía a los jóvenes para vivir desde su intimidad con Cristo y deseo de crecer en la fe este tiempo dedicado a la misión fuera de la Iglesia de Madrid y en su nombre.

Rolando Ruiz Durán sx




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